3 MANERAS DE SOBRELLEVAR EL DOLOR DE UNA PÉRDIDA
- Cecilia Gálvez
- 9 dic 2019
- 5 Min. de lectura
“Esto es una condena, siento que no puedo vivir con tanto dolor…”
Después de perder a alguien muy querido(a) para nosotras, es normal sentirnos confundidas, frustradas, tristes, angustiadas y paralizadas frente al futuro.
Tenemos la sensación de que estamos viviendo en una realidad paralela que es muy difícil de tolerar…y aceptar.
A veces parece como si una gran tormenta azotara nuestra mente, nublando nuestras emociones y afectando nuestra vida.
¿Te ha pasado algo similar?
¿Sientes que no puedes encontrar alivio a tu dolor?
Pues no eres la única, miles de personas frente a una pérdida pierden la esperanza en el futuro y sienten una falta de autocontrol sobre ellos mismos y su vida; lo cual se refleja en el trabajo, en la forma de comer, en las finanzas personales, en las decisiones diarias y en sus relaciones personales.
Probablemente ya sabes de lo que estoy hablando, y por eso estás leyendo esto…
Si sientes que eres incapaz de encontrar alivio frente a lo que has vivido, sin poder encontrar una salida; ¿aislada en tus preocupaciones y paralizada frente al futuro?
Lo único que necesitas saber para sobrellevar tu dolor de manera más sana es lo siguiente:
LLORA SIN TEMOR
En un primer momento, a veces nos torturamos tratando de entender por qué estamos viviendo este dolor, por qué ha muerto ese ser querido, o por qué nos han dejado de amar.
Hay rabia, confusión, frustración, rabia, culpa, sensación de desamparo y abandono, hay miedo a la soledad.
Hay un tsunami de emociones que no nos deja pensar con claridad, que no nos deja dormir y nos mete en ciclos obsesivos que nos hacen mucho daño.
Afrontar la pena, vivirla y sentirla profundamente, forma parte del proceso que nos va a permitir recuperarnos.
Surge entonces el llanto desgarrador y profundo que agota físicamente pero que produce mayor claridad mental, disminuye la angustia y proporciona energía para continuar.
Numerosos estudios avalan el efecto relajante y liberador de llorar. Esto se debe a que el llanto activa el Sistema Nervioso Parasimpático (SNP), el encargado de mantener o de propiciar relajación y descanso al cuerpo tras un esfuerzo.
Sus efectos relajantes, su repercusión positiva en el ánimo y su alivio del dolor pueden contribuir a que las personas conciliemos mejor el sueño y durmamos más fácilmente.
Así si estas triste y quieres llorar búscate los pañuelos, siéntate cómodamente y da rienda suelta a tu tristeza. Llora, llora lo que te haga falta, es tu pena y tienes que ayudarla a salir.
HABLA DE TU DOLOR CON OTRAS PERSONAS
Dado que no nos educan para aceptar las pérdidas de la vida, menos para aceptar la muerte como lo que realmente es, un paso hacia otra etapa; pensar en ella, experimentarla de cerca y tener que hacerles frente a todos los asuntos que conlleva, suele producirnos una gran inquietud, y en algunos casos, un miedo y una angustia incontrolables.
Al hablar con otras personas te das cuenta que compartimos la misma realidad, ya que quien más o quien menos ha sufrido algún tipo de pérdida que le ha dejado un vacío en el corazón, similar al nuestro. Encontramos consuelo al darnos cuenta que todos de alguna u otra manera sufrimos.
Así, es necesario que converses con tu familia y amigos de lo que ha ocurrido, cómo ha sucedido y qué has sentido. Compartir el dolor nos permite entender los hechos y aceptar la realidad.
La vivencia dolorosa tanto física como psicológica que acompaña a la pérdida debe enfrentarse y vivirse para poder pensar en ella y superarla. En aquellos casos, en los que el dolor se evita o se suprime, reaparece posteriormente como síntomas clínicos y /o psicosomáticos.
El dolor emocional es una herida interna que, de no gestionarse de forma adecuada, puede traducirse a su vez en enfermedades. Es lo que llamamos “somatizar”, es decir cuando un problema emocional nos supera, todo nuestro organismo sufre las consecuencias hasta el punto de sufrir varias dolencias.
Es frecuente que cuando las personas se reprimen el dolor éste aparece posteriormente a través del cuerpo en forma de enfermedades y quejas.
Entonces te voy a pedir:
Que vivas un día a la vez, permitiéndote expresar lo que estas sintiendo.
Que escribas los pensamientos que vuelven a tu mente, una y otra vez y que no te dejan descansar. Escribe acerca de un tema que te afecte y explora los pensamientos y sentimientos que surgen en torno a él. No te preocupes de los aspectos formales ya que el texto es para ti.
Los investigadores sugieren que, cuando escribimos, estamos obligados a confrontar las ideas una por una y darles estructura. Este ejercicio nos puede llevar a tener nuevas perspectivas sobre un problema en lugar de darle vueltas siempre a lo mismo. Escribir sobre tus dolores y emociones te va a ayudar a curarlos y a transformarlos en sabiduría.
DESARROLLA UNA RUTINA PARA SUPERAR EL DÍA A DÍA Y COMPROMÉTETE A CUMPLIRLA PASE LO QUE PASE
Si te resistes a aceptar lo sucedido es posible que tu vida se llene de amargura y te sientas víctima de las circunstancias, encerrada en tu propia prisión, que no te va a permitir salir adelante…
Así tenemos 2 opciones; la primera es hundirnos en nuestra tragedia y no levantarnos más. Y la segunda es empezar a crear nuevas rutinas, reemplazando algunas de las actividades que realizábamos por otras nuevas, buscando conscientemente y con esfuerzo, la manera de seguir adelante para que la ausencia no resulte tan abrumadora.
Especialmente cuando hemos perdido a un ser querido, suelen surgir sentimientos de estar traicionando al otro/a, de estar siendo desleal, cómo si al instaurar nuevas rutinas intentáramos olvidarlo/a y quisiéramos continuar con la vida sin su recuerdo. ¡¡¡Pero no es así!!! Las nuevas rutinas te ayudan a sobrellevar el día a día, mientras el recuerdo permanece siempre vivo (doloroso, pero también agradecido)
Esto requiere compromiso y esfuerzo. Así te invito a:
Identificar y cultivar nuevas actividades, que pueden estar relacionadas con tu trabajo, con tu vida espiritual, con algún hobby, con lo que tú quieras.
Para esto trata de buscar dentro de ti qué es lo que te hace fluir con la vida, qué es lo que te hace feliz o te reporta disfrute.
Te recomiendo que te inscribas en algún taller de manualidades. En general, el estar concentradas en una tarea nos relaja mentalmente.
No siempre tendrás ganas, de hecho, la mayoría de las veces no las tendrás. Por favor persevera. Perdónate cuando no puedas, pero al día siguiente vuelve a intentarlo, al final, las rutinas repetidas se convierten en los hábitos que conforman la vida misma.
Es un nuevo comienzo, una oportunidad para crecer… doloroso sí, no es fácil, pero es necesario emprender un nuevo rumbo y seguir viviendo, sin olvidar y agradeciendo lo vivido…
Espero que este artículo te haya sido útil y ante cualquier duda me puedes escribir a contacto@ceciliagalvez.cl

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